Miércoles, 26/04/2006 @ 02:57 AM

El oráculo

En tiempos revueltos, en tiempos cambiantes, es el oráculo, el agorero futurólogo en quien los clanes y los pueblos buscaban algo de sentido en los renglones torcidos de las vidas.

Desde los más humildes o los más ingenuos abonados a los videntes telefónicos, hasta los Faraones más poderosos de los antiguos imperios han consultado antes o después los designios que algunos decían se reflejaban en las aguas, posos de café, o incluso vísceras de esclavos destripados.

Es el oráculo quien nos vaticina si mañana será un día negro o blanco, o tal vez gris, o quién sabe si verde o amarillo. Pero el oráculo no deja de ser sino un mero adivino en la mayoriía de casos de chiripa, cuando no embustero. Y a veces, sólo a veces, la predicción que le pedimos es de tal importancia que recurrimos al siguiente nivel de desesperación (rogar a Dios) para que no sea necesario recurrir al oráculo por ésta vez.

Yo quisiera que algunas decisiones no dependieran del capricho anímico del oráculo de turno. Saber a ciencia cierta -para variar- de qué color escampará mañana.

-kali dixit, kali drinkit- | [enlace permanente]