Pasión
La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando
aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esa amenaza, y es capaz de mantener en pie
una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.
Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones
para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por
su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado
acabó destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella. ¿Cuál de las dos actitudes es la menos destructiva?
No lo sé
-Paulo Coelho, por boca de María, en su libro "Once Minutos"-