El enlatado de Ka, el Berliner (antes Shanghaines)

Borratxo

"Us donaré la meva sang perquè ompliu les vostres copes,
un altre cop ficat al bar, aquí les hores queden mortes.
Et convidaré a beure amb mi un licor estrany, t'emborratxaré, i així,
podras continuar endavant..."

"Os daré mi sangre para que lleneis vuestras copas,
otra vez en el bar, aquí las horas se quedan muertas.
Te convidaré a beber conmigo un licor extraño, te emborracharé, y así,
podrás continuar adelante..."

Me he ido a comer a la arrocería del Carrefour de al lado del curro y hemos vuelto con un puntazo bastante interesante. Me siento con ganas de comerme el mundo a pesar de mi sueño, a pesar de los malos rollos y los puntos feos... Es la magia del alcohol. Si todos nos pillaramos un puntillo de estos una vez al día la vida sería más divertida para todos.

Hoy como todos estos días pasan mil millones de cosas por mi cabeza a cada segundo, quizá solo por mi estado de semi embriaguez hoy cuente que pasan, pero tengo un millón de ganas de cambiar mil millones de cosas. Tengo ganas de sacrificar cosas a favor de otras cosas, ser menos inmovilista, echar más leña al fuego, arriesgar más... Y sí, niña, tú lo sabes: Quiero apostar hasta el alma por tí, quiero comerme todos mis miedos y los tuyos juntos, comernos el mundo a bocaos parte a parte y desterrar todo lo malo para encontrarnos en mitad de la magia, jugando con la noche, con el viento y la luna, en mitad de nuestro mundo que nadie entiende más que nosotros...

Tengo unas ganas locas de gritar al mundo entero que te quiero.