Camino de Santiago
Dicen que el Camino de Santiago es una peregrinación Cristiana. Sin embargo, todos aquellos que hemos ido, sabemos
que es algo más. Incluso, que no tiene nada que ver con la religión, o con la Religión tal como la interpretan las
distintas doctrinas.
Es un Camino personal, como resulta ser cualquier camino que decidimos seguir en la vida, sólo que es mucho más
revelador porque te lleva a descubrir muchas cosas que desconocías, principalmente de tí mismo.
Hace muchos años ya hice el Camino por primera vez, en bici, con mi mejor amigo y la que entonces era mi novia. Era
un reto más por deporte que por ninguna otra razón. Pero algo se abrió en mí, y la huella que dejé en aquél Camino me
fue devuelta con creces en mi alma.
Años después, cuando atravesaba una de las crisis personales que hasta entonces me parecía más grande de mi vida,
decidí hacer el Camino sólo y a pie, y por la ruta del Norte, para no repetirlo. No pude terminarlo, por tiempo y por
una rodilla rota que tenía. Pero no era necesario llegar al final del camino, pues como ya sabía de la otra vez, la
meta no es Santiago, sino que la meta es el Camino en sí.
Mañana vuelvo a irme de Camino. Ésta vez será en moto, y sin seguir una ruta ya descrita en libros. Porque el
verdadero Camino, como digo, está en uno mismo. Me voy sólo otra vez, y aunque el tiempo es más que apretado (sólo un
fin de semana) sé que me vendrá bien.
Me vendrá bien porque, aunque pueda parecer que estoy estupendamente, muy en el fondo no puedo negar que ando en uno
de "esos momentos". Ayer hablando con Cris, y especialmente hace unos días con Silvia, me di cuenta de que cuando
menos te lo esperas, lo que crees olvidado se remueve en tu interior y da una pequeña punzada de dolor. Sabes que no
va a pasar de ahí, pero de pronto se te ha hecho un pequeño nudo amargo en la garganta y sólo te queda esperar a que
baje, exprimiéndolo tal vez en una o dos lágrimas, y procurando sentir el cariño de quien tienes cerca.
Por eso me voy, sólo, con la urgente necesidad de encontrar mi propio Camino, de sacar ánimo y decisión, y
convencerme a mí mismo de algo que ya sé: que necesito seguir creciendo, caminando hacia delante...
... y Peregrinando hacia mi Camino.