Jueves, 28/08/2008 @ 05:09 AM

Yo SÍ soy cómplice

Poco antes de las olimpiadas de Beijing se puso de moda la crítica contra China y contra todo lo que rodeaba las olimpiadas. Las imágenes de los Aros Olímpicos hechas con esposas eran un reclamo más, así como la teoría del logo olímpico con un fusilamiento en paredón.

Durante meses, expertos mundiales en criticar por deporte (esos sí merecen una medalla) se han dedicado a protestar por la libertad de un pueblo, el Tibetano, del que muchos desconocen toda su historia, e incluso algunos no saben ni colocarlo en un mapa. Listillos y modernillos se han convertido en defensores de la justicia suprema amparados en su conocimiento de la causa brindado por las noticias de Tele5, CNN, y la película de "7 años en el Tíbet".

Bajo esa marea de críticas nació un eslógan de lo más inteligente: "Yo no soy cómplice". Un pretendido boicot a las olimpiadas y a toda China en general.

Pues bien, yo hoy quiero manifestar que yo, al contrario que todos esos listillos sabelotodo, sí soy cómplice. Y a mucha honra.

Sí soy cómplice de un evento que ha conseguido abrir al mundo uno de los países más herméticos.

Sí soy cómplice de que la gente sienta interés real y ganas de conocer aquello que sólo conocen de oídas.

Sí soy cómplice de dar la oportunidad a más de 1.500 millones de personas de mejorar sus vidas, de sentirse útiles y partícipes de una sociedad, de despertar de un letargo de olvido y convertirse en protagonistas de un evento mundial.

Sí soy cómplice de viajar aquí y conocer de primera mano aquello que nos venden en los noticiarios.

Sí soy cómplice de querer conocer en lugar de criticar con lo que otros nos cuentan.

Sí soy cómplice, también, a mi pesar, de tolerar que otros países promuevan el boicot indiscriminado por razones de oportunismo político.

Soy cómplice además de no manifestarme contra países que, como EEUU, tienen la desfachatez de venir a China pidiendo respeto a los derechos humanos, cuando en sus casas son aún peores.

Sí soy cómplice, en definitiva, de vivir esa gran realidad que reza que el racismo es una enfermedad que se cura viajando.

-kali dixit, kali drinkit- | [enlace permanente] | Categoria: general