Quién cojones es este
Este no soy yo. Ni lo quiero ser. Quién es y de dónde ha salido es algo que desconozco, pero quiero que se vaya. Lo quiero lejos, como siempre estuvo. Quiero
mi yo, mi yo sonriente, mi yo positivo, mi yo tranquilo y seguro, mi yo decidido a arramplar con lo que sea que la vida tiene que echarle por delante.
No quiero a este yo inseguro, triste, incapaz de sonreír y de hacer sonreír. No quiero este yo que a cada momento me discute y me da razones para estar
enfadado, por muy poderosas que esas razones sean. No quiero a este yo que me come por dentro, me envenena y me hace reventar.
No quiero esta sensación de veneno en el pecho, de bola de fuego gestándose dentro de mí. No quiero vivir constantemente contradiciendo mis principios,
ni vivir herido y dispuesto a morder a quien se acerque por si acaso me hiere más.
Pero no sé cómo deshacerme de él, de mí. Cuanto más lo combato más odio hacia mi mismo genero, y eso solo lo convierte en
más poderoso, lo alimenta, lo supervitamina y lo supermineraliza. Y cuanto más lo intento ignorar con tanta más fuerza viene contra mi,
rebelándose y haciéndose escuchar.
Espiral infinita sin salida, espiral de odio y destrucción. ¿Será que el
yo que conocía ya no existe?
Quiero que termine esta pesadilla. Quiero despertar y ver tus ojos y que me cuentes que todo ha sido sólo un mal sueño. Quiero despertar en la playa, con la
brisa del mar acariciando nuestras caras, desayunar en el chiringuito y ver
una
sonrisa. Y la mia.
Quiero volver.