El enlatado de Ka, el Berliner (antes Shanghaines)

Una sonrisa

Chinchón

Hoy es uno de esos días en que me he levantado con más cansancio del que me acosté. En el curro la misma historia de siempre, vueltas y vueltas a lo mismo. Ahora, en 3 minutos, me voy "a comer", y como llevo haciendo una semana, he elegido ruta para irme a conocer los alrededores de Madrid en las 2 horas escasas que tengo a medio día. No me da tiempo a rutear mucho, claro, pero al menos seguiré conociendo carreteras, mejorando un poco con la moto, y conociendo sitios que algún día y con más tiempo pueda ir a ver a fondo. Hoy, Chinchón. Dicen que se come estupendamente, pero no creo que me de tiempo suficiente, así que me lo guardo para otra.

Sold Out

En los teatros y cines se cuelgan esos carteles, en inglés, que significan "No hay entradas". Es cuando con un palmo de narices, te das media vuelta, ves a los que entran al teatro con sus entradas, y te cagas en sus muelas.

Es en esos momentos en los que, literalmente, sobras.

Que extraño que nos pase algo igual...

En el rol yo también tengo que ser más rápido... ya se sabe que cuando las brujas van, los gatatos las siguen...

Aquí posteo la historia que hoy Marco me ha pisado, aunque casi la he conseguido dejar igual.

¡¡¡MARCO, ERES UN HOMBRE!!! (pero no me pises más, macho)



Nota: Éste corte pertenece a nuestra historia compartida en saldeKiZio, que podéis leer entera en el foro. Se llama El Despertar

Wallace sintió cómo todas las miradas le pesaban, y se quedó sin saber muy bien cómo salir de aquella 
situación.

- Señor, ahora no hay tiempo para explicaciones. Está muy débil y no le queda mucho tiempo. Tenemos 
que hacer algo o morirá.

- Tienes razón, Wallace... Úrsula, por favor, llévatela al sótano y prepáralo todo. Me parece que esta 
noche no iremos al Grand Theater. Y llévate contigo a la otra chica, necesito hablar con Wallace antes 
de nada.

Úrsula le miró con suspicacia, pero no cuestionó su orden. Era cierto que había demasiadas incógnitas 
que resolver, y no podían permitir que aquella joven muriese sin darles una respuesta. Quien fuera que 
le hubiera inflingido aquella herida se había ensañado con ella, y esa clase de agujeros no se hacían 
con armas que los humanos manejaran a menudo. Además no quería perder de vista a Sheresia, y quedarse 
a solas con ella sería una buena oportunidad para sacarle algo... aunque no fuera información.

Wallace le ofreció el cuerpo lacio de la joven y se sorprendió de que aquella dama tan estirada lo 
levantara como si fuera una hoja de papel. Desde luego no resultaba propio de una mujer de su 
condición. Vió desaparecer a las tres misteriosas mujeres por una escalera ricamente adornada, y de 
pronto sintió que la presencia de Sir Ledous se hacía enorme sobre él.

Miró a sus ojos y se quedó paralizado, parecía como si de pronto fuera más grande y Wallace se sintió 
aferrado por él a pesar de que Ledous mantenía sus manos entrelazadas a su espalda. Los ojos de Ledous 
parecían haberse tornado más oscuros y Wallace podía adivinar su incomodidad hacia toda la 
situación.

- Será mejor que me des una buena razón para aparecer aquí acompañado por dos desconocidas, Wallace. 
No quiero tener que recordarte nuestro acuerdo acerca de tu silencio. Te dí más dinero del que 
hubieras ganado en tu miserable vida con tu miserable trabajo, y apareces a media noche en mi mansión, 
con una mujer desangrándose... ¡¡DEMONIOS, WALLACE, EN QUÉ ESTÁS PENSANDO!!

El herrero sentía cómo el terror -o quizá la impresionante figura de Ledous sobre él- lo aplastaban y 
le hacían insignificantemente pequeño como una cucaracha. Con un hilo de voz se atrevió a contestar al 
imponente aristócrata:

- Discúlpeme, señor, sé que es una imprudencia haber venido así hasta aquí... Me... me... verá, Sir 
Ledous -se envalentonó un poco, recuperando su porte- ésta tarde, mientras terminaba mi trabajo en la 
fragua... verá, el fuego... una visión...

- Wallace, no agotes mi paciencia -le espetó Sir Ledous-

Wallace tragó saliva y se puso a hablarle de la visión en el fuego, de cómo su instinto lo había 
llevado hasta la iglesia de Saint Denis, y cómo había llegado justo en el momento en que algo que no 
podía definir dejaba casi destripada a aquella extraña joven. Le habló de su abuela, del Don, y de 
cómo no podía acudir a nadie más en la ciudad. También le dijo que algo extraño en aquella chica le 
decía que tenía que ayudarla a toda costa, y que eso le había impulsado a asumir el riesgo de 
plantarse en casa de Ledous a tan intempestivas horas.

- Verás Wallace querido... sabes cuánto aprecio la discrección sobre mi vida y mi trabajo, espero que 
comprendas que si alguien te ha visto venir hacia aquí con una mujer desangrándose en tus brazos no va 
a ayudar mucho, ¿si?

El herrero empezó a pensar que había sido una mala idea acudir esa noche. Todo era demasiado extraño y 
aunque su instinto lo llevaba inequívocamente hasta allí, ahora le decía que su vida pendía del estado 
de humor de Sir Ledous. Éste le miraba atentamente, como escrutando en sus ojos buscando algo. De 
pronto le dijo:

- Sin embargo has mencionado a tu abuela y el Don. Conocía bien a tu abuela, Wallace, y has conseguido 
despertar mi curiosidad al respecto. De modo que vamos a ver qué podemos hacer por esa chica. Tiene 
que darnos alguna explicación, visto que tú no puedes.

Wallace notó cómo aquella presión desaparecía, y respiró aliviado. Sir Ledous volvió a llamar a gritos 
a May, y la joven apareció relamiéndose.

- May, quiero que lleves a Wallace al salón de invitados y que lo trates como si fuera de la familia. 
Tengo trabajo que hacer abajo.
- Como quieras, Ledous
- Ah, May... una cosa más.
- ¿Sí?
- Asegúrate de que no le falte de nada... NADA, ¿queda claro? Te advierto que si tiene el más mínimo 
problema me encargaré de tí sin el menor miramiento

May le dedicó una incómoda mirada a Sir Ledous y refunfuño algo para su cuello antes de responder.

- Por supuesto... le haré sentirse en la gloria, pierde cuidado.

Sir Ledous dedicó una última mirada a May en tono amenazante y pidió al herrero que lo disculpara, 
justo antes de dar media vuelta con aire majestuoso y encaminarse hacia la escalera por donde 
desaparecieron Úrsula y las dos extrañas chicas.

- Sígueme, Wallace. Sir Ledous quiere que te de un trato excepcional, y siempre soy muy servicial con 
los amigos de Ledous.

Wallace sintió un escalofrío que le recorrió la espalda y se le hizo un nudo en la garganta que sólo 
le dejó asentir amablemente a la bellísima May. Cogió la mano que aquella le ofrecía amablemente y se 
dirigieron hacia unas enormes cortinas granate que ocultaban un salón iluminado sólo por unos cirios 
lacados con extraños símbolos. Mientras la seguía, Wallace sintió cómo el deseo ardía dentro de él, 
como si May se hubiera metido en su cabeza y le estuviera susurrando seductoramente al oído...

Los sueños

"Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea realmente interesante"

Ojalá

Hoy he encontrado un piso en alquiler por 550 euros comunidad incluída, en Moratalaz... Hasta la semana que viene no lo dejan los inquilinos y no puedo asegurar nada, pero la verdad es que me hace una ilusión tremenda pensar que es posible que éstas navidades las vuelva a pasar organizando mi piso...

Creo que además sería una ocasión cojonuda para empezar a arreglar las cosas que me traen de cabeza, y sólo pensar en la posibilidad ya me hace sonreir... (ver cita arriba)

No hay luz sin oscuridad

Es un dicho de sabios, "No hay luz sin oscuridad". Todo lo bueno tiene algo malo implícito, todo lo malo tiene algo bueno implícito. Pero últimamente veo mucho más lo malo.

Ayer me rompí y salieron a flote muchas cosas a las que no terminaba de darle importancia, pero que me están machacando constantemente, que me traen de cabeza cuesta abajo en la curva del ánimo. "Tienes que intentar hacer algo, igual que otras cosas insistes hasta que las consigues". También es un consejo de sabios, pero es algo más complicado que símplemente decirlo.

Después de todo, al intentar "hacer algo", todo terminó una vez más en lo mismo, otra vez los gritos, otra vez el hastío, otra vez la amargura y la impotencia, otra vez la sensación de estar acorralado en un callejón sin salida.

Hoy dejo Patchett para empezar El Alquimista.

¿Increíble? ¡No! Con dos flores en el culo

Creía que sería insuperable lo de esta mañana pero... Definitivamente, además de ser tonto perdido, lo mío no resultó ser un jardín... LO MÍO ES LA SELVA AMAZÓNICA DE FLORES EN EL CULO.

Después de la de esta mañana, al salir del curro quedé a tomar unas cervecitas con mi bruja particular, en la Cervecería Europea, en la calle Cardenal Cisneros, al ladito de la plaza de Olavide.

Luego nos fuimos a su casa a ver un par de pelis, y al irme... de nuevo las mismas... ¿Dónde estarán las llaves? Las he perdido, fijo, ésta vez no me las dejé en la moto seguro...

Y una mierda. Ahí estaban, bien puestas en el contacto de mi moto, 4 horas y media después. Con las 5 de ésta mañana suman un total de 9,5 horas en la calle con las llaves puestas en el contacto, y aún tengo moto. Esto tiene que significar algo...

De momento dos cosas: una, que mi moto debe ser super fea para que nadie la mire y se la lleve, y dos, que menos mal que no me podé las flores esta mañana.

Alguien en algún lado con influencias me debe querer mucho... GRACIAS

Con una flor en el culo

Nunca entendí muy bien por qué, según algunos, la expresión "nacer con una flor en el culo" significa tener mucha suerte.

Pues yo no debo tener una flor, sino un jardín entero... Poneros en situación:

Lleguas al curro por la mañana... 9.30 am... Canillejas (Mar de Cristal). Para algunos, una zona peligrosa, fea, poco fiable... Entras a currar y te tiras tus 5 horitas...

2.30, tienes que irte a comer... coje la chaqueta, el casco, las llaves... las llaves... ¿las llaves?... ¿Dónde coño he dejado las llaves? Mierda, las putas llaves, donde he dejado las llaves de la moto...

En ese momento un hilito de pensamiento se cuela en tu cabeza y te empieza a decir: "En la moooootoooo, capuuuuyoooo" y te empieza a temblar hasta el alma... No, tienen que estar por aquí, en algún lado, seguro... Si me las hubiera dejado en la moto, no tendría moto, porque cualquiera que pase y vea una moto aparcada con las llaves puestas se la lleva, fijo...

¿DÓNDE COÑO ESTÁN LAS PUTAS LLAVES?

Entonces, ya acojonao perdido, sales con el alma en un puño, tentado de rezar a Dios para que la moto esté en su sitio y no se la hayan llevado... Y muerto de miedo te arrastras hasta la esquinita donde aparcas todas las mañanas...

Y entonces, ahí está, tan azul, tan bonita, llamándote capuyo desde la distancia, y te vas acercando a ella hasta que encuentras las llaves tan anchas pinchadas en el contacto...

Y miras al cielo sin saber si matarte a collejas tu sólo, dar gracias a Dios cualquiera que sea, o empezar a podarte las flores del culo...

Con Pies de yo

Este finde ha sido genial, el rollo de irnos de albergue a la Pedriza dos días con la gente del curso de TFT es maravilloso, la gente un encanto y las monitoras más, la Moni volviéndonos un poco más locos de lo que estamos ya todos, la Cris dándonos lecciones de botánica a saco...

Hemos vuelto todos con agujetas de reirnos, bueno algunos de roncar también pero eso es otra historia. El caso es que estar apartado en mitad de la montaña en plan silvestre dos días, lejos de ordenadores, de backups, de clientes, soporte, instalaciones, etc... es una maravilla. Ojalá pudiera cambiar un poquito de aires, porque es cierto que aquello me da la vida que mi trabajo me quita.

Además hicimos escalada con el Manolo, y con el Yeti, que es un vejete tremendamente pintoresco que lleva 52 años pateando montañas todos los fines de semana, y mola mil. Descubrí gracias a ellos lo fácil que puede resultar subir una pared mazo de empinada si te pones el calzado adecuado, y me enamoré de los pies de gato.

Con la gente, qué puedo decir, que me iría con ellos todos los fines de semana. Me encantó descubrir que detrás de ese airecito empanao la Suka es una cabra loca a la que le encanta la misma música que a mí y subirse por los peñascos hasta que no tiene por dónde bajar, como los gatos... Con los demás también tengo mil historias -increíble, quién diría que sólo han sido dos días- pero esa es la que más me impresionó...

No sé por qué pero estoy seguro de que voy a volver por aquellas alturas dentro de no mucho...